Un agente de Inteligencia ha evitado in extremis un atentado terrorista en Madrid, pero nadie en la cadena mando sabe de quién se trata
L O B O 6
Un relato neo-noir
Un relato neo-noir
D. D. PUCHE DÍAZ [*]
Publicado en 3/8/2024
4/7/2023, 21:04. Telediario de TVE
«En la crónica de sucesos, tenemos que la
pasada madrugada ha sido especialmente violenta en la capital. Hacia las tres y
media, en un bar de carretera a la altura del kilómetro 21 de la A-4, un
encapuchado ha acribillado a balazos a cuatro hombres que compartían una mesa;
otro hombre aparecía degollado en el estacionamiento del bar, probablemente a
manos de un cómplice del tirador. De las cinco víctimas, tres eran marroquíes y
dos albanesas. Se cree que los homicidas pudieron huir en una furgoneta Peugeot
Partner plateada que fue vista al salir de la zona de aparcamiento en dirección
a la ciudad […]. En otro orden de cosas, otros tres hombres han sido hallados
muertos en una casa a las afueras de Madrid. Las víctimas, abatidas por arma de
fuego, eran magrebíes y en el lugar de los hechos se han hallado importantes
cantidades de marihuana y cocaína, por lo que la policía nacional, que se ha
hecho cargo del caso, no descarta que se trate de un ajuste de cuentas entre
grupos de narcotraficantes que operaban en el distrito de Villaverde […]».
5/7/2023, 18:34. Informe preliminar del
teniente Guzmán de la Brigada Judicial de la Policía Nacional
«En la casa de Butarque han sido hallados
siete casquillos de una SIG Sauer M17, coincidentes con las balas extraídas de
los cuerpos. Sólo una de ellas erró el tiro, y fue extraída de la pared tras
una de las víctimas. Los disparos son precisos y letales, todos ellos apuntando
al centro del torso, y están hechos a más de un metro de distancia. Por los
diferentes ángulos de incidencia, las víctimas (tres hombres de entre 25 y 34
años) parecen haber sido primero derribadas y seguidamente rematadas. A una de ellas
le dio tiempo de sacar un arma, una Browning GP-35, que no llegó a utilizar.
Todo ello parece indicar que no se trató de una ejecución, sino de un asalto
frontal tremendamente rápido y eficaz. […] Consultada la UDYCO, todo indica que
las víctimas formaban parte de una red de narcotráfico pequeña; probablemente
eran vendedores de bajo nivel, pues no se los tenía bajo control.
Presumiblemente se trata de un ajuste de cuentas, aunque todavía es pronto para
decir quién puede estar detrás. Podría tratarse de competidores marroquíes,
pero quizá también de algún país de Europa del Este. […] En cuanto al incidente
del restaurante de carretera de la A-4, los disparos se realizaron
prácticamente a quemarropa con una Glock 19. Cuatro disparos y cuatro víctimas,
dos hombres marroquíes (de entre 30 y 39 años) y otros dos albaneses (de entre
40 y 50 años); estos dos últimos recibieron sendos tiros en la nuca, los otros
dos en la frente, sin tiempo de reaccionar. Todos ellos portaban armas de
fuego, pero no llegaron a sacarlas. Los albaneses eran exmilitares y, según la
UDYCO, actualmente formaban parte de organizaciones criminales dedicadas al
narcotráfico, el tráfico de armas y explosivos, la extorsión y los secuestros. El
atacante se acercó por detrás de éstos, probablemente eligiéndolos como
objetivos prioritarios por su mayor experiencia militar y su capacidad de
respuesta, lo cual implica que los conocería. El modus operandi es
típico de las ejecuciones realizadas por el crimen organizado, sin que hayamos
de momento podido determinar qué banda podría estar detrás del ataque […]. La
víctima del estacionamiento, hallada en el suelo del mismo, presentaba un
profundo corte en la garganta que seccionaba la arteria carótida izquierda, y
murió por la consiguiente exanguinación. El corte fue realizado por detrás, a
la primera y con fuerza; con toda probabilidad por sorpresa, sin que haya
heridas defensivas. Debió de utilizarse un cuchillo de medianas dimensiones y
muy afilado, probablemente un cuchillo de combate. Las salpicaduras y el charco
de sangre se interrumpen donde aparentemente estaba un coche desaparecido; es
muy probable que se trate de la furgoneta Peugeot Partner que fue vista salir a
gran velocidad del lugar de los hechos […]. Se trata, en suma, si comparamos
Butarque y la A-4, de dos armas de fuego distintas y de dos procedimientos
claramente diferenciados: por ello estimamos que debió de haber al menos dos
tiradores (uno de ellos, seguramente con otro cómplice, el del cuchillo
militar), y que los sucesos no guardan relación entre sí […]».
4/7/2023, 05:22. Primera toma de declaración
de los testigos presenciales del tiroteo en el restaurante El Vivero (Autovía
A-4, km. 21), tomada por el sargento primero Covarrubias de la Guardia Civil, a
cargo de la investigación
«Los testigos se
hallan comprensiblemente nerviosos, así que hay que esperar a que se
tranquilicen lo suficiente para tomarles declaración preliminar en el lugar de
los hechos, a espera de ser citados por el juez. Reciben atención psicológica
por parte del SUMMA 112, que les administra calmantes suaves. Cuando están
listos, ofrecen esta versión de los hechos […]. SUSANA URQUIJO VALIENTE
(trabajadora en el local, camarera): los dos chicos magrebíes estaban allí
desde hacía un rato, como veinte minutos, habían pedido café, parecían algo
tensos, pero tampoco llamaban mucho la atención. Luego llegaron los dos del
Este, se notaba claramente que lo eran. Era en torno a las 3:30. Se sentaron
con los anteriores y pidieron refrescos, estaban más calmados. Había conversación
baja, pero parecían discutir algo, como chanchullos (sic.). A los cinco minutos,
entra sujeto, varón con sudadera, encapuchado, tejanos, zapatillas deportivas,
en torno a 1,80 de estatura, complexión fuerte. Se dirige directamente a ellos,
saca un arma sin previo aviso y efectúa cuatro disparos, dos por detrás y dos
frontalmente, a las víctimas. Se da la vuelta sin mirar en ningún momento a la
barra y abandona el local por la misma puerta (sur) por la que ha entrado. En
ningún momento media palabra. JOSÉ LUIS TOMÁS SALCEDO (cliente): estaba sentado
dos mesas más allá. No estaba muy atento a la mesa de las víctimas, no vio
quién la ocupaba, tan sólo que hacía un rato había entrado alguien, dos hombres
sentados en el mismo lado de la mesa, dándole ambos la espalda. Luego entran
otros dos hombres, con aspecto de paramilitares (sic.), se sientan frente a los
anteriores, de cara a él. Poco tiempo después (unos diez minutos) ve de reojo
que entra alguien, aunque no mira, está viendo el móvil. De repente, suenan
cuatro disparos en la mesa de antes, él se tumba lateralmente sobre asiento,
asustado, no mira, no ve a nadie y no se asoma hasta pasados unos segundos o
minutos, no está seguro, cuando oye a la camarera llamar a emergencias. […] El
visionado de las cámaras de seguridad de la estación de servicio y del
restaurante no parece captar en ningún momento el rostro del tirador. En cuanto
a la víctima del estacionamiento, encontrada degollada, está en una zona ciega,
no se puede ver quién la ataca».
4/7/2023, 07:48. Mensaje de Juan José
Toribio, Director General del Cuerpo Nacional de Policía, a Pedro Velarde,
Comisario General de Información
«Pedro, ¿qué coño está pasando? Quiero saber inmediatamente
quién ha sido. Nos costó la puta vida meter a esos camellos en la red que
planeaba el atentado; averigua cuanto antes quién coño se ha cargado a nuestros
informantes. Ya sabes en qué dirección van a empezar a ir las patadas en el
culo, así que dame algo rápido. Pero ya».
4/7/2023, 08:12. Respuesta al anterior
mensaje
«Juanjo, ahora mismo no sabemos nada; estamos
a ciegas. Tengo a todo el mundo en la calle preguntando y apretando clavijas,
pero esto se nos ha colado. Lo que está claro es que es un ataque coordinado;
no lo ha hecho cualquiera: son profesionales de alto nivel».
4/7/2023, 08:40. Mensaje de Juan José
Toribio, Director General del CNP, a Estefanía Villegas, Directora de
Operaciones del CNI
«[…] no se sabe
quién ha sido o de qué lado está; ¿qué sabéis vosotros? En este mismo momento,
no entendemos bien la situación: han dejado la furgoneta con los explosivos en
un solar a las afueras, en Getafe Industrial, y han llamado a la Jefatura de
Información de la Guardia Civil y al TEDAX. La furgo estaba a nombre de uno de
los magrebíes que se han cargado en la A-4. Entonces, ¿quién se los ha cargado?».
4/7/2023, 09:11. Respuesta al anterior
mensaje
«No tenemos ni
idea, pero es raro de cojones. Vamos a preguntar a todo el mundo. Pero no
muevas mucho el asunto para no atraer la atención de quien no debes; sé muy
discreto. Esto tiene pinta de quemar».
4/7/2023, 10:37. Mensaje de Estefanía
Villegas, Directora de Operaciones del CNI, a Gerardo Rubio, Secretario de
Estado de Seguridad, y a Emiliano Echeverría, Jefe de Contrainteligencia del
CNI
«Estos tíos, los
marroquíes del restaurante de la A-4 y del piso de Villaverde, trabajaban para
nosotros, pero eran agentes dobles; formaban una célula terrorista dirigida por
los pakistaníes. Lo sabíamos y los teníamos bajo control para ver qué planes tenían
a medio-largo plazo y a quién podíamos pillar que conectara con Islamabad, pero
se los han cargado y nos han jodido la operación. Y no tenemos ni idea de quién
está detrás de esto, aunque no podemos descartar que haya sido el propio ISI
pakistaní si llegaron a pensar que los traicionados eran ellos, o si detectaron
que éstos estaban fichados».
4/7/2023, 11:09. Respuesta de Gerardo Rubio,
Secretario de Estado de Seguridad, al anterior mensaje
«¿Podría estar
implicado un tercer actor? ¿Alguna agencia de Inteligencia de otro país? Me
refiero a los americanos, los israelíes, o incluso los propios marroquíes, que
no quisieran ver a gente suya implicada otra vez en un atentado en nuestro
territorio».
4/7/2023, 11:25. Respuesta de Emiliano
Echeverría, Jefe de Contrainteligencia del CNI, al anterior mensaje
«No, no tenemos
ningún informe en ese sentido; lo de Marruecos está por mirar, pero en un caso
así nos habrían pasado la información a nosotros. Y en cuanto a las potencias,
si esta acción hubiera coincidido con sus intereses, nos hubieran avisado para
que no estorbáramos. Ya sabe, política de hechos consumados: “lo vamos a hacer,
echaos a un lado”».
5/7/2023, 20:14. Actualización de la edición
digital del periódico El País
«TIROTEOS DE VILLAVERDE
Y PINTO (editado). Sigue sin aclararse la autoría de los dos tiroteos ocurridos
en sendas localizaciones de Madrid, que se han visto sacudidas por una
desacostumbrada violencia […]. Según fuentes policiales, podría tratarse de
sicarios de las mafias del Este que se disputan el territorio con el
narcotráfico magrebí […]. INCAUTACIÓN DE EXPLOSIVOS. En una operación conjunta
de Interior, en la que han intervenido tanto la Policía Nacional como la
Guardia Civil, se ha abortado un intercambio de explosivos, probablemente
procedentes de empresas de demolición de edificios, que iba a tener lugar en la
localidad madrileña de Getafe. Se cree que los compradores, cuya nacionalidad
no ha trascendido, no pensaban usarlos para atentar en territorio nacional,
sino que iban destinados a algún país de Europa del Este […]. TIROTEOS DE
VILLAVERDE Y PINTO (editado 00:14). Según fuentes policiales, parece ser que
hay incoherencias en las declaraciones de los testigos del tiroteo que tuvo
lugar en el restaurante de la autovía A-4. Al parecer, los testimonios de la
camarera y el cliente del local no encajarían con las grabaciones de seguridad
del establecimiento, una vez revisadas por el equipo de investigación de la
Guardia Civil. Se cree que el estrés de la situación puede haberlos llevado a
[…]».
5/7/2023, 22:32. Llamada con cifrado militar
de Emiliano Echeverría, Jefe de Contrainteligencia del CNI, a Eduardo Buendía,
Subdirector Ejecutivo del CNI
‒Hay que seguir echando huesos a los perros; de momento, ya
estamos trabajándonos a los medios de comunicación, pero hay que despistar al
Director…
‒Sí, porque, al fin y al cabo, es un cargo político y se debe
a otras causas…
‒Claro, todo lo que sepa él, inmediatamente lo va a saber la
Ministra. Pero esto, te lo digo yo, tiene toda la pinta de ser cosa del MEAC.
Habría que hablar con ellos a ver si sueltan prenda.
‒Sí, Emiliano, no te preocupes. Estoy en ello. Y yo me
encargo de la Ministra. Tú sigue con el humo, que yo voy a ver qué coño pasa
aquí.
6/7/2023, 09:46. Conversación, en una mesa de
la primera planta del Café Comercial, entre Eduardo Buendía, Subdirector
Ejecutivo del CNI, y Juan Ramón Landa, Director de Operaciones del Mando
Unificado de Antiterrorismo y Contrainteligencia (MEAC)
‒Joder, Juan Ramón, el protocolo es que actuáis sin pedir
permiso, pero avisáis a las agencias afectadas. Al menos, para que no haya
interferencias. Pero os lo habéis pasado por el forro de los cojones…
‒El agente actuó sobre la marcha, debido a la inminencia del
atentado. Iban a hacerlo al día siguiente, no había tiempo de que quedara
bonito. Yo tampoco tuve comunicación hasta que estuvo resulto; mi hombre tomó
la decisión sobre el terreno.
‒¿Al día siguiente? ¿O sea, ayer…? No me jodas, ¿cómo nos la
colaron así?
‒Pues ya ves. Los pakistaníes. Un comando del ISI pretendía
crear inestabilidad política antes de la reunión del Consejo de Seguridad de la
OTAN se la semana que viene aquí en Madrid.
‒Pues a los pakistaníes habrá que darles las gracias, ¿no?
Dejarles un regalito…
‒Sí, por supuesto que sí. A dos de ellos ya los hemos cogido.
Todavía no cantan, pero a ésos les vamos a sacar los agudos a base de bien.
‒¿Pero por qué vuestro agente no se limitó a hacer la limpia
y avisar? ¿Por qué lo de la furgoneta?
‒Estoy intentando que me lo aclare, pero sin mucho éxito.
Supongo que no se fiaba de dejar el material allí; que podía pasar de unas
manos a otras.
‒Hostia puta, ¿qué quiere decir eso?
‒Creo que mi agente no se fía demasiado del desempeño de
alguna de las agencias o cuerpos.
‒Eso, sin nada que lo respalde, es tocar los cojones por
tocarlos, Juan Ramón. Lo que tienes que hacer es controlar mejor a tu hombre.
‒Sabes perfectamente que iría contra la naturaleza de su
efectividad el que pudiera controlarlo mejor. Los hemos puesto ahí para eso.
8/7/2023, 11:35. Conversación, en el despacho
de ésta (medidas de antiespionaje N1), entre Matilde Quiroga, Ministra de
Defensa, y Eduardo Buendía, Subdirector Ejecutivo del CNI
‒¿Cómo
es posible que no haya sabido nada de esto hasta hoy, coronel?
‒Esa agencia se gestiona a nivel puramente técnico, no
político. Lleva haciéndose así desde hace décadas.
‒Pero esto es vergonzoso, por no hablar de la ilegalidad que
constituye: una agencia de Inteligencia clandestina y sin control legislativo
ni ejecutivo… Es una pesadilla jurídica y, desde luego, si trasciende, de
comunicación y relaciones públicas.
‒Por eso es mejor que permanezca así, como lo ha hecho con
todos los gobiernos. Su efectividad lo exige, y ésta ha de quedar por encima de
todo.
‒Este tinglado hay que cerrarlo. Son cloacas del Estado que
una democracia moderna no puede tolerar. No puede haber un mando paralelo de
operaciones encubiertas que tiene por ahí agentes con capacidad de actuar por
su cuenta prácticamente sin control. Me resulta inconcebible.
‒¿Y acaso quiere más atentados como el que acaban de evitar?
Porque ése es el dilema: control burocrático o efectividad. La seguridad real
de la ciudadanía tiene un precio.
‒La seguridad a cualquier precio, no. El derecho y las
garantías jurídicas han de estar por encima. Me está hablando de ejecuciones
extrajudiciales, tomadas como iniciativa personal de un agente. Eso es
injustificable se mire como se mire.
‒Si hoy las noticias estuvieran hablando de un edificio
volado y doscientos muertos en el centro de Madrid, no diría eso.
(Silencio.)
‒Necesito más información. ¿Cuántos agentes trabajan en esta
agencia?
‒No le puedo dar el número exacto.
‒¿Cómo que no puede?
‒A decir verdad, no lo sé; sólo dos o tres personas del
propio MEAC lo saben. Este hermetismo responde a razones de seguridad. Sí le
puedo decir que son pocos; en todo momento, estaríamos hablando de menos de
veinte.
‒Pero entonces, ¿qué clase de control hay sobre ellos?
Porque, pese a lo que me ha contado, alguno tiene que haber. No pueden estar
totalmente al margen del organigrama…
‒Los agentes no responden ante nadie fuera del propio MEAC.
Por otro lado, están dejados a su suerte: se les ingresa cada mes un sueldo en
un banco de Liechtenstein, que sale de los fondos reservados, pero no se
reconoce su existencia como agentes de ningún servicio; todo lo que hacen es
alegal…
‒Por no decir brutalmente ilegal.
‒Como quiera. Una vez sobre el terreno, han de demostrar una total
iniciativa y autonomía personal, persiguiendo y priorizando sus propios
objetivos; reciben información y algunas ayudas puntuales, muy pocas y siempre
que las soliciten, a la hora de actuar; pero, por lo general, ellos mismos han
de conseguir los medios para el cumplimiento de sus operativos.
‒¿Cuántos han intervenido en esta operación?
‒Por lo que yo sé, uno.
‒¿Sólo uno?
‒Sí. Están preparados para actuar así. Una alta independencia
de la cadena de mando, para dar respuesta inmediata a las amenazas a la
seguridad nacional; para otro tipo de misiones, tenemos otro tipo de agencias y
cuerpos. Sus funciones son la detección e infiltración en los entornos que
constituyan amenazas, la obtención de máxima información sobre los mismos y su
eliminación, por los medios que sea. Operan con ninguna o muy pocas instrucciones,
y están extremadamente capacitados para la improvisación. Actúan siempre solos.
Aparte de su entrenamiento, están seleccionados entre los candidatos psicológicamente
más aptos y resistentes de las Fuerzas Armadas.
‒Ah, perfecto, perfecto… Me está diciendo que tenemos sueltos
unos tanques por ahí sin supervisión alguna.
‒Unos bisturíes, diría yo.
‒Pero, una vez más: ¿cómo se los controla? ¿Quién se hace
política y legalmente responsable de ellos si ocurre algo, si se descarrían?
‒Se les puede emplazar por canales cifrados extraordinarios,
pero nunca en lugares oficiales, ni donde haya registros o cámaras que puedan
relacionar a ningún responsable con ellos. Ya sabe. Sólo los supervisan dos o
tres personas: el Director Ejecutivo del MEAC, su Director de Operaciones, y no
sé hasta qué punto el Coordinador de Contrainteligencia y el de Antiterrorismo.
El Director Ejecutivo rinde cuentas ante una comisión especial de Defensa e
Interior, formada por un representante de las Fuerzas Armadas, que actualmente
es el General Martínez-Robles del Ejército, otro de la Policía Nacional, que es
su Director Adjunto Operativo, el Comisario Principal Ochoa, otro de la Guardia
Civil, su DAO, el Teniente General Calatrava, y otro del CNI, que soy yo. Y lo
que el Director del MEAC hace en esa comisión es proporcionar a posteriori información
sobre sus actividades, destinada a calibrarlas y reenfocarlas en el futuro;
nunca solicitar a priori el permiso para actuar. Pero, sobre todo, el propósito
de esa comisión es no interferir en sus operaciones, que se consideran
prioritarias, y cubrir sus huellas ante otras ramas de la administración y de
la opinión pública.
‒Quiere decirme que hay una rama secreta de nuestra Inteligencia
que no responde en absoluto ante el gobierno…
‒En efecto. Pero lo hace ante gente de probada valía.
‒¿Y si yo hiciera público lo que me ha contado y desmantelara
esta estructura?
‒¿Desmantelar qué estructura? No existe tal estructura, y yo
no le he contado nada; por no hablar de que aquí dentro no se puede grabar ninguna
conversación. Sólo he venido a explicarle, por la cortesía que tengo con cada
persona que ocupa ese asiento, que hay cosas que no conviene tocar, porque sus
beneficios superan con creces sus costes; y que, de hecho, conviene retirar
todos los obstáculos que puedan interferir con ellas. Una parte importante de
su trabajo es ésa. Llámelo cloacas del Estado si lo desea, pero (y esto se lo
dice un demócrata convencido) alguien tiene que hacer el trabajo sucio cuando
las leyes se topan con sus propios límites. Porque ese momento llega
inevitablemente.
‒Madre mía… Si esto llega a trascender, que Dios nos coja
confesados…
‒Sí, bueno; nos tendría que coger confesados por muchas cosas
aparte de ésta, ¿no cree?
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